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David Steindl-Rast

Un hermoso video que nos invita a abrir nuestros ojos y nuestro corazón a las innumerables bendiciones que se nos regalan, y hacerlas fluir a través nuestro hacia los demás. Son las claves para hacer del día de hoy un Buen Día.

Texto completo del video

¿Crees que éste es un día más en tu vida? No, no es un día más; es el único día que se te da, es hoy. Se te ha dado, es un regalo. Es el único regalo que tienes en este momento, y la única respuesta apropiada es la gratitud.

Si no haces más nada que cultivar esa respuesta al regalo que este día irrepetible representa, si aprendes a responder como si fuera el primer día de tu vida y el último día de tu vida, entonces habrás aprovechado muy bien tu día.

Comienza abriendo los ojos, y sorprendiéndote de que tienes ojos que puedes abrir. Sorpréndete del increíble despliegue de colores que se nos ofrece constantemente, y sólo para que lo disfrutemos.

Mira al cielo; muy pocas veces miramos al cielo, muy pocas veces notamos lo diferente que es momento a momento, con nubes que van y vienen. Sólo pensamos en el clima, y del clima no nos fijamos en sus muchos matices; sólo pensamos si hace buen tiempo o mal tiempo. Este día, en este momento, tiene un clima único, y probablemente nunca más se repita en la misma forma. La formación de las nubes en el cielo hoy nunca más se repetirá tal cual es en este momento. Abre tus ojos y mira todo eso.

Mira los rostros de las personas con quienes te encuentras. Cada una de ellas tiene una increíble historia detrás de su rostro, una historia que jamás conoceremos plenamente. No sólo sus propias historias, sino también las de sus ancestros. Todos nosotros venimos de tan lejos… Y en este momento, en este día, todas esas personas con quienes te encuentras, toda esa vida que viene de generaciones y de tantas partes del mundo, fluye y se encuentra contigo aquí, como un torrente de agua vivificante, sólo si abres tu corazón y bebes de ella.

Abre tu corazón a los dones increíbles que la civilización nos ofrece. Accionas una llave, y tienes luz eléctrica; abres un grifo, y tienes agua caliente y fría, y agua potable, algo que millones y millones en el mundo nunca podrán conocer. Éstos son sólo algunos de los innumerables regalos a los que puedes abrir tu corazón.

Espero que puedas abrir tu corazón a todas estas bendiciones, y que las hagas fluir a través tuyo, para que todo aquel con quien te encuentres en el día de hoy se vea bendecido por ti, sólo con tus ojos, con tu sonrisa, con tu contacto, con solo tu presencia. Haz que la gratitud se derrame en bendiciones alrededor tuyo. Entonces este sí será realmente un buen día.

Hermano David Steindl-Rast