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¡Gracias, Jane Goodall!

Fabiana Fondevila

Con estas palabras de Fabiana Fondevila despedimos a Jane Goodall, luchadora incansable por la conservación del medio ambiente y Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas.


Imposible pensarla sin fondo de bosque, sin telón sonoro de bramidos, aullidos, tamborileos y gorjeos de seres haciendo sus vidas en libertad.

Imposible no recordar aquella escena, en la que un chimpancé es liberado de su jaula de transporte, y antes de internarse en la fronda, gira sobre sí mismo, trepa a la jaula, y abraza a Jane como si fuera su madre, su abuela, su amiga, su salvadora.

Jane fue todo eso y más para los chimpancés con los que vivió, que estudió con más ahínco que nadie, que amó y respetó, y enseñó al mundo a amar y respetar.

Saber que, desde hoy, no camina más entre nosotros, despierta una suerte de orfandad. El legado es tan hondo, que nos llevará años terminar de abarcarlo. Pero era hermoso verla girar por el globo, con sus 91 años, un monito de peluche bajo el brazo, despertando la única forma de esperanza que podrá salvarnos: la esperanza de la acción.

“Hay tanto en el mundo por lo que vale la pena luchar. Tanta belleza, tantas personas trabajando para deshacer el daño. No es demasiado tarde para dar vuelta las cosas, si todos hacemos nuestra parte”.
—Jane Goodall

Intuyo que, más que palabras de gratitud, hubiese querido que recordáramos sus lecciones, sus pedidos apasionados.

Aquí van cinco que la acompañaron siempre:

🌿 Ver a todo ser como un individuo. Su observación de que los chimpancés tenían caracter y personalidad propia cambió la primatología. Y nos enseñó a mirar mejor.

🌿 Empoderar a los jóvenes. Darles fuerza, nutrirlos, ayudarlos a desplegar sus dones y su entusiasmo por el cambio.

🌿 Hablar con coraje por quienes no tienen voz. Los animales, las personas, la tierra que es nuestro hogar.

🌿 Pensar globalmente, actuar localmente. “Lo que hacemos hace una diferencia -decía-, tenemos que decidir qué clase de diferencia queremos hacer”.

🌿 Vivir con resiliencia y con esperanza activa. “Hay tanto en el mundo por lo que vale la pena luchar. Tanta belleza, tantas personas trabajando para deshacer el daño. No es demasiado tarde para dar vuelta las cosas, si todos hacemos nuestra parte”.

Gracias, querida Jane, por ser la voz de tantos, y el faro de todos.

Fabiana Fondevila

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